sábado, 18 de julio de 2015

MENSAJE >

Conectados a la vid producimos frutos de cambios.

Colosenses 1:3-6, 9-10.

    Debemos llevar fruto en toda buena obra, frutos de cambios, creciendo en toda buena obra. No podemos quedarnos a mitad de camino en el conocimiento de Dios, tenemos que cruzar, tenemos que ir por mas, por mucho más de lo que le hemos conocido.

2 Pedro 1:5-8 Dios quiere que tengas frutos en cuanto al conocimiento de Dios.

Juan 15:16

    El Señor te afirmo, te estableció, para que vayas y lleves fruto. Y si el fruto permanece, tú entras a una realidad extraordinaria del reino de Dios. Si tu fruto permanece en medio de los conflictos, en medio de los tiempos, en medio de las adversidades, Jesús dice que todo lo que pidas al Padre en su nombre Él lo hará. Por eso, hay quienes no reciben todo lo que piden.

    Esos frutos son resultado de que la voluntad del Padre está en nosotros y no la nuestra.

   Juan 15:7 Permaneces en El, El permanece en ti. Permaneces en su palabra, su palabra permanece en ti.

   Dios te eligió, El Padre en medio de tanta gente te llamo a ti. Dios te eligió a ti, no por tu capacidad sino por la capacidad que El cree que puede depositar en ti. Por eso de lo vil, de lo menospreciado del mundo escogió Dios para avergonzar a los sabios. Dios no llama por los talentos, por la sabiduría, por la fortaleza de una persona sino por lo que El cree que puede depositar en esa persona.

    Dios te eligió y te ha puesto, eres una semilla que ha sido sembrada en una tierra como hijo de Dios.

    ¿Para qué te puso el Señor allí? Para que vayas y des frutos, para que disfrutes los frutos que Él te da y para que tu deleite no sea tu propio deleite sino que sea el deleite de lo que El produce en tu ser.

   ¿Cómo funciona el sistema de dar frutos? Cuando entendemos que Dios nos eligió, nos plantó y que ese fruto tiene que permanecer porque siempre todo lo que Dios hace permanece.

   Cada fruto que permanece es gloria para Dios. Porque Jesús dijo “en esto es glorificado mi Padre”, ¿en qué?, en que lleves fruto.

    ¿Cómo producimos frutos? Estando conectados. Conectados a la vid verdadera.

    Jesús dijo “Yo soy la vid y mi Padre, el labrador”. Nosotros somos las ramas y las ramas tienen que estar conectadas a la vid, porque el fruto se produce cuando permanecemos en la vid.
Todo el potencial va por dentro y nosotros somos ramas, somos pámpanos.

    La gente que da fruto es la que entiende lo que tiene que pasar por dentro. ¿Qué es lo que fluye dentro de ti? Lo que fluye dentro de ti es lo que te hace sabio o necio. ¿Qué pensamientos están corriendo dentro de ti? ¿Pensamientos de la carne o de Dios, de tinieblas o de bien?

     Los pensamientos de Dios es la savia que tiene que correr dentro de nosotros, la Presencia de Dios es como la savia, tiene que trabajar dentro de nosotros siempre y cuando estemos conectados a la vid, a Jesús.

   Producir frutos presupone que siempre estamos conectados a la vid, que siempre estamos permaneciendo en El.

    La vida cristina se trata de conocer a Dios, de tener el fruto del conocimiento de Dios y de su hijo Jesucristo porque eso transforma nuestra vida.

   Romanos 7:4 Dios nos llamó, nos eligió, dio la vida de su hijo Jesús, para que seamos de Él y llevemos frutos para Dios.

   ¿Cuándo tú das fruto para Dios? Cuando tú eres de buen corazón, cuando tú como rama estés conectado a la vid, Jesucristo es el centro de tu vida,  y es ahí cuando empiezas a dar frutos de cambios.

    En Mateo capítulo 13 dice que el que oye y entiende la palabra es El que da frutos. El oír trae fe y entender es saber lo que tengo que hacer.

    ¿Por qué tenemos que llevar fruto? Porque en esto es glorificado el Padre.

    Cuando estés viviendo en los frutos, entonces entras a la dimensión nueva del reino donde puedes pedir lo que quieras porque será hecho por el señor Jesús.

    Los frutos son consecuencia de que estas haciendo la voluntad de Dios en tu vida. Si hago la voluntad de Dios pues nos convertimos en amigos de Dios porque sabemos lo que El piensa, lo que El hace, sabemos sus códigos, sabemos sus mandamientos, sabemos cómo Él trabaja.

    La idea de Dios en los pasajes de Juan 15 para que demos frutos es que pasemos de ser siervos, sin dejarlo de serlo nunca, a ser amigos de Dios porque hay una relación de confianza y de conocimiento.

    La paz es fruto de reconciliación con Dios. Nos hemos convertido en enemigos del mundo para tener paz para con Dios.

    Ahora bien, si hay áreas de tu vida que aun te están perturbando la pregunta es ¿ese área de tu vida la has reconciliado con Dios, estás viviendo como Dios dice que tiene que vivir?

    La paz tiene que ser completa como el gozo tiene que ser completo.

    Entonces, ¿estamos en armonía con Dios en todas las áreas de nuestra vida?

    ¿Frutos, que es fruto? Es una vida cambiada, es creer con cambios y no es creer sin cambios.

    Creer con cambios es valor del reino, creer sin cambios es igual a nada.

    Entremos en armonía con Dios en el tema de dar frutos porque frutos tiene que ver con que creímos y el creer nos llevó a experimentar cambios.

    Cambios tiene que ver con que ya no hacemos nuestra voluntad sino que hacemos la suya, por dentro de nosotros pasa la savia del Espíritu Santo.

     La clave está en que está ocurriendo dentro de ti, que es lo que pasa dentro de ti.

    Fuimos puestos para dar fruto para Dios, el objetivo es agradarlo a Él, seguirlo a Él, que por dentro de nosotros fluya la presencia de Dios.

    Cuando tu estas conectado a la vid, tu nunca das fruto solo por un tiempo porque la biblia dice que darás fruto en todo tiempo y en todo tiempo da su fruto y su hoja no cae.

    La vida que busca complacer a Dios y no a uno mismo, una vida cuya prioridad es Dios, en esa vida vemos los frutos del Espíritu para Dios y también para nosotros porque lo que damos y producimos para Dios también el hijo de Dios también puede disfrutar de esos frutos.

    Entonces, fíjate que es lo que fluye dentro de ti que te hace creer en cambios. Dentro de ti tiene que correr la palabra de Dios, su presencia para producir cambios en tu ser.





Pastor Carlos Ibarra
Ministerio Jesús es el Señor
Año 2015

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