miércoles, 16 de julio de 2014

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Una gran fe, un gran milagro.

Mateo 15:22-28

   v.27 Las migajas representan a las pequeñas cosas, a las pequeñas oportunidades que se nos presentan en nuestra vida, en nuestro diario vivir. Tenemos que aprender a valorar las cosas pequeñas porque en ellas Dios nos prepara para lo grande, para lo mejor.

   Esta mujer empezó a valorar las migajas.

  v.28 Si hay una fe grande, significa que una hay fe pequeña.

   ¿A dónde quiere llevar Dios nuestra fe? A una gran fe. La fe es la certeza de lo que se espera y la convicción de lo que no se ve.

   Cuando Ud. crece en el camino del Señor, su fe crece. El Señor nos ayuda a desarrollar esa fe a través de distintos conflictos, problemas, dificultades, adversidades que pasamos en la vida. En esos momentos son donde nosotros tenemos que aplicar la fe que Dios nos dio. Cuando nosotros aplicamos la fe que Dios nos dio en esos momentos, nuestra fe va ir creciendo hasta llegar al nivel de la gran fe y nos va a llevar a recibir grandes cosas de parte de Dios.

   A veces podemos querer grandes cosas pero nuestra fe no esta preparada para eso. Por eso tenemos que entrar en ese proceso.

   Cuando tu llegas a esa fe, a la gran fe, Jesús te da una palabra: “hágase contigo como quieras”. Esta no es una palabra despectiva, sino una palabra de algo grande que el Señor tiene para los que llegan a la gran fe.

   Jesús hizo muchos milagros, para todos utilizo distintos métodos. Pero su palabra nunca la dejo de usar. 

   En muchos casos vemos, que El tenía compasión de la gente. Pero en este caso, como trato a esta mujer, como trata a la mujer cananea pareciera que no tiene compasión. Pero no, porque El ama a todos. Simplemente el Señor aquí estaba probando a esta mujer y metiéndola a un proceso para que a través de ese proceso pueda llegar a la gran fe.

   Nuestra vida con el Señor es una vida de procesos, nuestra vida es como la luz de la aurora que va creciendo, va en aumento hasta que llega a su día perfecto. Siempre vamos de menor a mayor, de bendición en bendición y de gloria en gloria. Por eso, el Señor quiere llevarnos de fe en fe y superarnos en fe hasta llegar a la gran fe.

   Nuestra fe debe crecer y acomodarse de acuerdo a lo que El hará. Ya que, El hará como El quiera y cuando El quiera. Pero su bendición esta asegurada para cada uno de nosotros.

   Jesús hablo del pan que era para los hijos, a los de la casa de Israel. La mujer cananea representa a los gentiles, a nosotros, a los que no son judíos. 

   Entre judíos y cananeos no se trataban, no se llevaban bien en aquel tiempo, Jesús la trata como "perrillo" pero la fe de esta mujer traspaso todo orden, la llevo mas allá de los limites que había y la llevo a recibir el milagro que necesitaba su hija.

   Hay veces que somos instrumentos de milagro para que Dios pueda a través de nosotros bendecir a otros. 

   La fe siempre tiene que estar dispuesta no solo para nosotros sino para bendecir a otros. Esta es una fe generosa. Y esta fe es la que el Señor va a llevar a la gran fe.

   La mujer cananea insistió más allá del rechazo, del maltrato, de las palabras que el mismo Jesús le dijo. Pero el la amaba porque El ama a todos, solo la estaba llevando al punto clave de desarrollar la gran fe para recibir el milagro que tal vez con la fe que ella tenia iba a ser imposible.

   Así, hay gente que ante la primera oposición, el primer rechazo se detiene por eso no pueden llegar a la gran fe para grandes cosas. Una gran fe, un gran milagro.

   Dios quiere hacer grandes cosas con Ud., lo quiere llevar de menor a mayor, a tal punto que Ud. tenga una gran fe para recibir grandes cosas de parte de Dios.

   Lo mas extraordinario que podemos hacer es no rendirnos ante el rechazo, a pesar de las oposiciones, del maltrato. Si no te rindes tu fe no solo será fe, sino que será una gran fe.

   Una gran fe, es cuando una persona es “terca, obstinada, insistente” en fe hasta que recibe lo que esta pidiendo. “Tercos de fe” y humildes delante del Señor.

   El que es humilde delante de Dios, puede ser humilde delante de las personas. El que tiene la sabiduría de Dios, es sabio delante de las persona. El que tiene esa actitud maravillosa de depender de Dios, es algo extraordinario.

   ¿Ud. es capaz de levantarse del rechazo? ¿De insistir más allá de todo? ¿Ud. ha llegado a creer en la promesas de Dios de tal forma, que no importa lo que suceda? 

   La gente que vive así, es la que llega a la gran fe. Que tiene determinación, que esta cansada, pero no deja que eso ahogue su fe. 

   Esa fe que permanece intacta mas allá de las situaciones, es la que el Señor va a llevar a la gran fe.

  Tenemos que ser gente que valora lo pequeño. Porque las grandes cosas, los grandes momentos comienzan con principios pequeños.

   Aunque tu principio haya sido pequeño, tu postrer estado será grande.

   ¿Dónde vas a aplicar la fe? La fe no es necesaria cuando todo esta bien, la fe se aplica cuando las cosas están anormales. Porque la fe necesita un objetivo, un área en el cual sea manifestada.

   Tenemos que mentalizarnos y enfocarnos en vencer el rechazo, vencer el maltrato, vencer la negatividad, vencer la oposición y continuar hasta llegar al punto que en el cielo te definan que grande es tu fe.

  Confíe en el Señor porque la bendición esta garantizada. Manténgase firme, no descanse, no se rinda, sea terco en la fe hasta que la bendición sobreabundante que Dios tiene llegue. Pero valore las migajas, los pequeños momentos, no menosprecie las pequeñas oportunidades. Continua, avanza, crece en fe porque una gran fe para un gran milagro!!




Ministerio Jesús es el Señor
Pastor Carlos Ibarra
Año 2014


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